El proyecto fue originado en una moción de los senadores Yasna Provoste, Isabel Allende, Ximena Órdenes, Francisco Chahuán y Jorge Pizarro, y modifica la ley general de Telecomunicaciones para establecer la obligación de las empresas proveedoras de entregar internet gratuito a estudiantes vulnerables en caso de suspensión de clases debido a la declaración de emergencia sanitaria.
La Senadora por la Región de Valparaíso, Isabel Allende, indicó que «los sectores vulnerables la están pasando muy mal, y no sólo ha quedado en evidencia los problemas sanitarios, sino también económicos y sociales, y en este caso de acceso a internet».
Se propone que en esos casos, los proveedores del servicio de Internet deberán garantizar, previa solicitud del alumno o de su apoderado, el acceso gratuito a dicha red a los estudiantes beneficiados con la gratuidad de educación superior; a los estudiantes de educación superior beneficiarios de becas de estudio otorgadas por el Ministerio de Educación y/o con becas de mantención otorgadas por JUNAEB; y los estudiantes de enseñanza básica o media, beneficiados con la entrega de equipos computacionales o análogos, de manera gratuita por parte del Estado, entre otros.
La parlamentaria socialista destacó «tenemos un grave problema, porque tenemos la obligación constitucional de garantizar el acceso a la educación a todos nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y por ello, requerimos garantizar también el acceso al uso de internet»
En esa línea, el proyecto señala que el proveedor de acceso a Internet deberá, en un plazo máximo de 72 horas, entregar el servicio al estudiante, el que podrá verificarse mediante equipos domiciliarios o de telefonía celular, debiendo garantizar una velocidad promedio que permita desarrollar, a lo menos, de una manera adecuada, actividades de educación a distancia.
La senadora Allende reiteró «dada la pandemia -y gracias a la decisión de los alcaldes que definieron que se suspendían las clases presenciales- las casas tienen que contar con servicio de internet, además de computadores y la atención remota de profesores, para poder disponer de esta modalidad remota de clases».
Finalmente, Isabel Allende indicó que «hubiera querido más rapidez y más urgencia de parte del Ejecutivo. No sé por qué no es capaz de entender la importancia de esta medida, especialmente porque esta modalidad remota se va a continuar utilizando por un tiempo largo, porque no hay condiciones sanitarias para un pronto regreso a las escuelas, colegios y universidades».